Las rutas por los pueblos «fantasmas» o «abandonados» de nuestra piel de toro, pueden resultar bastantes asequibles, sobre todo si buscamos pueblos cercanos que se convierten en una gran opción, ya que parece ser, que estos pueblos están repuntando en visitas para los amantes del misterio.
En el siglo pasado, todos los pueblos, hoy llamados pueblos fantasma, quedaron despoblados a causa de la migración a las grandes urbes, sin embargo, pueden tener a día de hoy una segunda oportunidad gracias al turismo rural. Con diferentes lineas se pueden proyectar sobre dichos lugares, la exposición de la arquitectura y modo de vida de aquellos años, hoy ya desfasada, hasta el aprovechamiento de estos para la reconstrucción y la creación de aldeas turísticas, o simplemente para realizar excursiones rurales y todo ello sin salir de la provincia en la que vivimos, dada la situación económica que nos ha tocado vivir. Digamos que en este momento impera ahorrar al máximo sin tener que privarnos de pequeñas escapadas par desconectar del día a día.
Una prueba de ello y tomando como referencia el centro de la península, y concretamente en Madrid, puedes visitar Fresno del Torote, que a pesar de su abultado censo, solo podemos oir el viento y la fauna que allí habita. Muy cerca del El Escorial, se encuentra Navalquejido, un pueblo con un nivel de conservación excelente gracias a estar considerado de Bien de Interés Cultural. Dado que no abundan este tipo de pueblos abandonados en la provincia de Madrid, siempre podemos echar mano de las provincias cercanas como Ávila, Guadalajara o Toledo, como por ejemplo Villar de Matacabras, Oreja o Torrecilla del Ducado.
Y si vives en la provincia de Madrid y la distancia no es una pega, puedes optar por rutas ya diseñadas para este tipo de turismo, un ejemplo de ello es la ruta que se puede realizar por el Principado de Asturias, que a través de la oficina de turismo podrás obtener la información necesaria para adentrarte en plenos Picos de Europa pasando por Recorba, dentro del Concejo de Tineo al que unido por un camino sin asfaltar se encuentra Curriellos, para pasar más tarde bordeando la ribera del Bárcena y llegar a Besapié, un pueblo realmente precioso; después podremos subir hasta el río Navelgas hasta llegar a Santiellos, donde para rematar podremos visitar Pola y Coucillín.
Por supuesto, también disponemos de rutas por el sur de la península, donde por ejemplo en Granada (Andalucía), está repleta y con mucho orgullo, de un buen número de pueblos realmente fantásticos, donde algunos de ellos conservan un esplendor que puede maravillar al más escéptico de este tipo de viajes o rutas. Prueba de ello y con especial protagonismo encontramos Alquife, Las Balsillas o Bastidas. De Granada pasamos a Huelva, donde podremos visitar poblaciones que fueron abandonadas en la Guerra Civil como La Naya o El Membrillo, mientras que en Almería encontramos Las Morcillas. De Cádiz, podemos decir que el pueblo con más nota es Las Algamitas. Por su parte, Jaén y Córdoba culminan con dos de ellos llamados Zahan y Abejorreras respectivamente.
Así que anímate y recuerda que cada recodo de nuestros pequeños pueblos, guardan historias con misterio, que ni el tiempo ha sido capaz de borrar y que con el decir de las gentes del lugar, podemos recuperar.
Foto / Aitor Escauriaza